Pincha aquí o en la imagen para descargar la revista en pdf
sábado, 21 de diciembre de 2013
sábado, 21 de septiembre de 2013
miércoles, 28 de agosto de 2013
La llamada (....2)
De manera natural....al igual que haría con su madre....el cachorro necesita una base segura desde la que explorar el mundo......La madre es ese lugar seguro al que el cachorro regresará al menor atisbo de peligro. Este fase es muy aprovechable por el dueño sensible a los requerimientos de su cachorro, que aprovechará para llamarle justo antes de que el cachorro va a venir o en momentos en los que se sabe que el cachorro vendrá (cuando nos mira, cuando aparece un ruido molesto....etc)......En estas circunstancias es sencillo ir introduciendo el comando de llamada para que el cachorro lo vaya asociando......y, por su puesto, una vez que el cachorro ha venido se le felicita (levemente) y se le vuelve a dejar libre (no hay nada más nefasto para enseñar a no venir que el llamar al cachorro para retenerlo, ponerle la correa, terminar con la diversión.......).
Si no tenemos muchas tablas en el manejo de cachorros.....en esta fase nos podemos ayudar con una correa de 10 metros....que nos servirá para asegurarnos de que el cachorro viene en las llamadas (si...lo sé....no es muy sofisticado........pero los perros aprenden mejor por inducción y no por deducción......que le vamos a hacer). La idea es simple.....se le lleva al cachorro a un lugar despejado y tranquilo.....y se le suelta con correa de 10 metros arrastrando (vale cuerda de tender la ropa)......de vez en cuando (cada 5 o 10 minutos) nos colocaremos en el extremo de la correa y le daremos el comando (sultan....aquí), al mismo tiempo que tiramos con la correa hacia nosotros para hacerlo venir.......se le felicita y, por supuesto, se le libera para que siga su paseo........
Con el tiempo, el cachorro se da cuenta de que ir a la llamada es algo agradable, no supone el final de diversión.......y pone muy contento al jefe......
Pero podemos hacer más cosas si somos listos y nos ponemos en el lugar del perro: podemos llamarle justo antes de que llegue ese perro con el que se lo pasa tan bien si nuestro sultán no lo ha visto aún (viene a la llamada y como premio recibe jugar con su mejor amigo), podemos esparcir por el suelo unas "chuches" y llamarle para que venga a descubrir lo que hemos encontrado ("y yo que pensaba que no tenías olfato...:" pensará)....
En definitiva......la llamada tiene que ser algo deseable para el perro y no algo aburrido, indeseable, evitable...etc.
Si no tenemos muchas tablas en el manejo de cachorros.....en esta fase nos podemos ayudar con una correa de 10 metros....que nos servirá para asegurarnos de que el cachorro viene en las llamadas (si...lo sé....no es muy sofisticado........pero los perros aprenden mejor por inducción y no por deducción......que le vamos a hacer). La idea es simple.....se le lleva al cachorro a un lugar despejado y tranquilo.....y se le suelta con correa de 10 metros arrastrando (vale cuerda de tender la ropa)......de vez en cuando (cada 5 o 10 minutos) nos colocaremos en el extremo de la correa y le daremos el comando (sultan....aquí), al mismo tiempo que tiramos con la correa hacia nosotros para hacerlo venir.......se le felicita y, por supuesto, se le libera para que siga su paseo........
Con el tiempo, el cachorro se da cuenta de que ir a la llamada es algo agradable, no supone el final de diversión.......y pone muy contento al jefe......
Pero podemos hacer más cosas si somos listos y nos ponemos en el lugar del perro: podemos llamarle justo antes de que llegue ese perro con el que se lo pasa tan bien si nuestro sultán no lo ha visto aún (viene a la llamada y como premio recibe jugar con su mejor amigo), podemos esparcir por el suelo unas "chuches" y llamarle para que venga a descubrir lo que hemos encontrado ("y yo que pensaba que no tenías olfato...:" pensará)....
En definitiva......la llamada tiene que ser algo deseable para el perro y no algo aburrido, indeseable, evitable...etc.
viernes, 21 de junio de 2013
domingo, 24 de febrero de 2013
La llamada
Como decía un amigo: un perro adiestrado es un perro que viene a la llamada.......y si te trae la pelota ya es un extra. Es verdad.....la llamada es la orden más importante que debe conocer un perro y la que le permite ganar enormemente en calidad de vida, puesto que su dueño podrá llevarle y soltarle por muchos más lugares.
Una buena llamada se construye progresivamente desde que el perro es un cachorro y la palabra clave en este sentido es CONFIANZA. El perro debe acudir a su dueño cuando le llaman con confianza. Lamentablemente es muy sencillo destruir esta confianza del perro. La confianza es algo muy frágil.
No hay que confundir confianza con vínculo o afecto. Todos los perros quieren a sus dueños.......pero no todos los perros confían en sus dueños. Suelo encontrarme con perros que no entienden a sus dueños, que los tienen por impredecibles, injustos, inestables........ante un dueño así, el perro suele reaccionar con la misma moneda: nerviosismo, inestabilidad, inquietud......
La confianza del perro nos la ganamos en cada segundo que estamos con él......a base de no castigar sin sentido, de no hablar de más, de no confundir, de no excitar a lo tonto......Me gusta este decálogo del buen guía (o lider....si lo prefieres):
Bueno.....por todo esto.....la llamada no es una orden que se deba trabajar en cortos entrenamientos de obediencia......debemos trabajarla desde cachorro y en diversidad de circunstancias.......(continuo en otra entrada....)
Una buena llamada se construye progresivamente desde que el perro es un cachorro y la palabra clave en este sentido es CONFIANZA. El perro debe acudir a su dueño cuando le llaman con confianza. Lamentablemente es muy sencillo destruir esta confianza del perro. La confianza es algo muy frágil.
No hay que confundir confianza con vínculo o afecto. Todos los perros quieren a sus dueños.......pero no todos los perros confían en sus dueños. Suelo encontrarme con perros que no entienden a sus dueños, que los tienen por impredecibles, injustos, inestables........ante un dueño así, el perro suele reaccionar con la misma moneda: nerviosismo, inestabilidad, inquietud......
La confianza del perro nos la ganamos en cada segundo que estamos con él......a base de no castigar sin sentido, de no hablar de más, de no confundir, de no excitar a lo tonto......Me gusta este decálogo del buen guía (o lider....si lo prefieres):
Un buen líder es justo.
Un buen líder nos proporciona recursos (alimento, refugio etc…)
Un buen líder es alguien en quien podemos confiar. La confianza es básica para que se establezca una buena relación (alguien que traiciona nuestra confianza jamás será considerado por nosotros un buen líder). En mi opinión es uno de los puntos que más me gusta trabajar porque es de los más importantes. Piensa en lo que significa para ti poder confiar o no poder hacerlo en alguien –ellos sienten lo mismo-.
Un buen líder siempre esta cuando lo necesitamos.
Un buen líder es ingenioso y divertido.
Un buen líder dedica tiempo a sus seguidores.
Un buen líder dirige conductas mediante refuerzo positivo.
Un buen líder confía sus seguidores.
Un buen líder corrige conductas no deseadas con paciencia.
Las decisiones del líder no se discuten, se acatan, porque nuestro líder es justo y podemos confiar en él.
Bueno.....por todo esto.....la llamada no es una orden que se deba trabajar en cortos entrenamientos de obediencia......debemos trabajarla desde cachorro y en diversidad de circunstancias.......(continuo en otra entrada....)
sábado, 5 de enero de 2013
Cuanta tontería en el mundo del adiestramiento canino
Pues eso.......que en esta bendita profesión dejada de la mano de Dios, cualquiera es adiestrador, etólogo, psicólogo canino, educador, comportamentalista, terapeuta canino.......como los títulos nos los autoimponemos......pues eso....
Pero hoy no quiero hablar de este tema que ya abordaré........lo que me llama la atención es que, además de autotitularnos también nos atrevamos a sentar cátedra, emitir teorías, proclamar dogmas......y todo sin la más mínima base, ni de estudio ni de práctica......
Por este motivo, ante el mismo hecho, podremos escuchar diferentes teorías y planteamientos y ninguno de ellos puede que tenga ningún tipo de base práctica o experimental. Ejemplo: en agility alguien te puede decir que para que el perro no tire palos en los saltos lo mejor es que empiece a saltar desde alturas pequeñas e ir subiendo el listón poco a poco de modo que el perro vaya cogiendo confianza y acabe por saltar con decisión y sin derribar. Pero, también podemos encontrarnos quien nos comente que lo mejor es entrenar al perro en la altura de competición desde el principio, para que de este modo se acostumbre a esforzarse desde el comienzo y no adquiera el mal hábito de saltar con poco impulso........¿quien tiene razón?....pues no lo sabemos......que yo sepa no hay ningún estudio que refrende ni una ni otra teoría....pero lo que a mi me asombra es la seguridad con la que se comenta este tipo de cosas.....si alguien me pregunta a mi por la cuestión plantearé las alternativas, trataré de razonar el mejor tratamiento para el perro en concreto (probablemente habrá perros en los que funcione mejor un planteamiento que otro) y procuraré ser sistemático en el método que elija para extraer conclusiones sobre resultados en ese caso particular......
Quieren más ejemplos: piensen en el típico perro que tiene miedo a las tormentas o a los petardos y cohetes. Ante la situación de ansiedad en que entra el perro algunos adiestradores nos recomendarán ignorar la conducta, puesto que si tratamos de tranquilizarlo o protegerlo estaremos reforzando su miedo y la conducta tenderá a intensificarse. Otros, en cambio, nos dirán que no es bueno dejar al perro solo en ese estado de ansiedad y que conviene llevarle con nosotros y tratar de tranquilizarle mediante contacto físico y protección. Una vez más, el apoyo empírico brilla por su ausencia y, en este caso, el atrevimiento me parece mayor aún que en el caso anterior porque hay muchas variables que influirán y que hay que tener en cuenta: ¿que grado de miedo?, ¿que tipo de respuesta emite el perro ante ese miedo?, ¿cuando va a durar el estímulo aversivo?, ¿sigue el perro algún tipo de tratamiento?..........Bueno, creo que ya queda claro a lo que me estoy refiriendo con todo esto......
Hay que ser menos atrevido.
Pero hoy no quiero hablar de este tema que ya abordaré........lo que me llama la atención es que, además de autotitularnos también nos atrevamos a sentar cátedra, emitir teorías, proclamar dogmas......y todo sin la más mínima base, ni de estudio ni de práctica......
Por este motivo, ante el mismo hecho, podremos escuchar diferentes teorías y planteamientos y ninguno de ellos puede que tenga ningún tipo de base práctica o experimental. Ejemplo: en agility alguien te puede decir que para que el perro no tire palos en los saltos lo mejor es que empiece a saltar desde alturas pequeñas e ir subiendo el listón poco a poco de modo que el perro vaya cogiendo confianza y acabe por saltar con decisión y sin derribar. Pero, también podemos encontrarnos quien nos comente que lo mejor es entrenar al perro en la altura de competición desde el principio, para que de este modo se acostumbre a esforzarse desde el comienzo y no adquiera el mal hábito de saltar con poco impulso........¿quien tiene razón?....pues no lo sabemos......que yo sepa no hay ningún estudio que refrende ni una ni otra teoría....pero lo que a mi me asombra es la seguridad con la que se comenta este tipo de cosas.....si alguien me pregunta a mi por la cuestión plantearé las alternativas, trataré de razonar el mejor tratamiento para el perro en concreto (probablemente habrá perros en los que funcione mejor un planteamiento que otro) y procuraré ser sistemático en el método que elija para extraer conclusiones sobre resultados en ese caso particular......
Quieren más ejemplos: piensen en el típico perro que tiene miedo a las tormentas o a los petardos y cohetes. Ante la situación de ansiedad en que entra el perro algunos adiestradores nos recomendarán ignorar la conducta, puesto que si tratamos de tranquilizarlo o protegerlo estaremos reforzando su miedo y la conducta tenderá a intensificarse. Otros, en cambio, nos dirán que no es bueno dejar al perro solo en ese estado de ansiedad y que conviene llevarle con nosotros y tratar de tranquilizarle mediante contacto físico y protección. Una vez más, el apoyo empírico brilla por su ausencia y, en este caso, el atrevimiento me parece mayor aún que en el caso anterior porque hay muchas variables que influirán y que hay que tener en cuenta: ¿que grado de miedo?, ¿que tipo de respuesta emite el perro ante ese miedo?, ¿cuando va a durar el estímulo aversivo?, ¿sigue el perro algún tipo de tratamiento?..........Bueno, creo que ya queda claro a lo que me estoy refiriendo con todo esto......
Hay que ser menos atrevido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)